El Dialogo dellimprese militari e amorose de Paolo Giovio, publicado por primera vez de manera póstuma en 1555 y traducido tres años después al español por Alonso de Ulloa con el título de Diálogo de las empresas militares y amorosas, posee un valor literario excepcional para conocer de primera mano los valores mundanos imperantes en la sociedad cortesana del Renacimiento. Derivada del heroísmo caballeresco, la cultura de la Corte cobra un nuevo significado en el contexto histórico de las guerras de Italia (1494-1559) que protagonizan diversas potencias militares europeas, especialmente Francia y España, enfrentadas por sus respectivos intereses en territorio italiano.
En animado diálogo con su amigo Domenichi, el obispo Giovio expone de manera autobiográfica las características principales del género de las empresas que, si bien están asociadas a la amplia corriente emblemática desarrollada durante la época, presentan algunos rasgos peculiares sistematizados aquí por primera vez, sobre todo en lo que se refiere a su variable combinación de la imagen con la escritura: cuerpo y alma respectivamente, según la terminología popularizada por el obispo italiano. Uno de los atractivos que presenta la lectura del Diálogo de las empresas, junto con los comentarios personales que hacen los interlocutores sobre las circunstancias en que fueron creadas cada una de ellas, en las que se conmemoran tanto hechos de armas como de amor, es la reproducción de los magníficos grabados de la edición lyonesa del diálogo, con los cuales la comprensión de los motes que forman el alma de cada una de las empresas resulta todavía más sugerente y eficaz.