Argumento de Destructor de los Dioses
En sus orígenes, el cristianismo fue considerado por sus contemporáneos paganos una innovación social peligrosa. La crítica de algunos miembros de la élite cultural, su temor a que la nueva superstición transformara radicalmente su forma de vida, deja traslucir que aquellas prácticas y valores se extendían incluso entre los grupos influyentes.
Sin embargo, a quienes se integraban en una comunidad cristiana esto les acarreaba numerosas dificultades: oposición familiar, desprecio social y hasta persecución política. Entonces, ¿qué encontraban en aquellas comunidades para que mereciera la pena soportar tantos inconvenientes?
El autor intenta dar respuesta a estos enigmas. Por un lado, describe el proceso de configuración de una identidad colectiva en el nuevo grupo religioso. Por otro, señala las peculiaridades (religiosas, culturales, éticas) que diferenciaban a este movimiento del contexto grecorromano, hasta el punto de parecer una extravagancia social.
Desde sus inicios, el nuevo estilo de vida cristiano deja sentir su influjo en Roma y en todas aquellas culturas con las que entra en contacto.
Larry W. Hurtado es catedrático emérito de Teología del Nuevo Testamento e historia de los primeros cristianos en la Universidad escocesa de Edimburgo. Pertenece a la Iglesia pentecostal.1