En este libro, wa Thiongo se preocupa de "desplazar" este centro en dos sentidos para liberar no solamente las culturas africanas, sino las de todo el mundo: internacionalmente hay que desplazarlo desde Occidente hacia el resto de esferas culturales, y nacionalmente hay que apartarlo de las minorías de poder y llevarlo hacia el auténtico centro creativo, las clases trabajadoras, en condiciones de igualdad racial, religiosa y de género.