?Despedida de la utopía?, entre signos de interrogación, por supuesto. Resulta una cuestión interesante, una cuestión que incluso posee en su interior varias líneas de interés, en tanto que la utopía contiene y presupone conceptos y aspectos diversos. En el sentido más elemental, también en el primero de todos, la utopía es malentendida por completo o no se la reconoce. Se cree que la utopía es una bobada sin contenido, algo que de todos modos no sucederá, que reside en el futuro ?en un tipo de mal futuro, impredecible, tal vez bueno en lo que a contenido se refiere? pero que, en todo caso, resulta inalcanzable y está totalmente fuera de discusión para un hombre en su sano juicio. Así, el pequeño comerciante no utiliza la palabra ?utópico? ni ?utopía?, no necesita tanta educación, y dice: ?¡Va, eso no es nada, amigo, no es más que una utopía!?, y si esto se dice con acento berlinés, mejor que mejor. La palabra utopía es entendida aquí como una vulgar construcción de castillos en el aire. Este es su sentido primario, del que no necesitaremos ocuparnos de aquí en adelante.