Un ensayo sobre la historia que atrapa, interesa, investiga, interpreta, ayuda
a observar los acontecimientos de América con una lupa inquieta. Refleja los
sucesos como si estuviéramos adentro de la época y sus escenarios. Su lectura
lejos de fatigar abreva en las profundidades de la ilustre y polifacética
formación del autor. Por esta misma circunstancia se da el lujo de utilizar un
lenguaje sencillo para describir el mundillo real e intelectual de reconocidos
personajes del suelo americano. Cuando incursiona en sucesos fundacionales o
interculturales sabe extraer enseñanzas y mensajes relevantes.
En el último capítulo aparece un inusitado ADN de la nacionalidad de
argentinos, uruguayos, paraguayos y bolivianos descubriendo un trascendente
Virrey Ceballos. Comienza la obra exhibiendo un San Martín de riquísimo
mundillo y un Pueyrredón espléndido un San Martín de riquísimo mundillo y un
Pueyrredón espléndido y poco conocido con facetas asombrosas. El heroico Juan
de Garay y su compatriota vasco don Juan Ortiz de Zárate en fructífero romance
con la princesa incaica Leonor Yupanqui. El épico Hernandarias, nuestro
incansable Cid Campeador de las pampas. Juana Azurduy, las "republiquetas", la
calle Crisólogo Larralde y la interna de la UCR. La rebelde Mariquita Sánchez,
una "niña" de Moratín. El Marqués de Sobremonte y su pintoresco destino. Lord
Cochrane sorprende con bellísima mujer e hija. El virrey Amat del Perú y su
Virreina en Barcelona. El canciller argentino Luis María Drago con su Doctrina
dignificadota de los pueblos deudores. Macoco Álzaga recuerda los años
opulentos en que la Argentina naufragó para despilfarrarse en le océano de la
burocracia estatal y el nacionalismo ombliguista.
Conmueve la expulsión de los jesuitas y sus consecuencias sociopolíticas en la
región. Ernesto Poblet no titubea en lanzarse entre los cordiales vericuetos
del humor, lo hace con gracia y oportunismo en sus creativos "Interludios".