Juliette es una mujer que durante toda su vida ha seguido las tradiciones de su cultura. Ama de casa, madre y esposa, Juliette sólo encuentra la felicidad en la independencia.
La emancipación femenina en el siglo XX, desde la óptica de una mujer judía con tradiciones muy arraigadas.
Juliette rememora su vida marcada por el exilio entre distintas culturas, con un constante sentimiento de desarraigo y añoranza. Su historia transcurre entre Egipto, Líbano, Palestina y Brasil. Nos habla de su feliz infancia en el seno de una familia judía tradicionalista, del momento en que debe despedirse de los suyos para casarse y convertirse en una buena esposa y madre, de los exilios a los que se ve obligada, debido a las circunstancias, del desafío de adaptarse a culturas distintas, de las pérdidas, separaciones y reencuentros con seres queridos.
Juliette representa a todas las mujeres que dedicaron sus vidas al cuidado del hogar y la familia, una profesión aparentemente intrascendente, que descubrimos en su real profundidad a través de los detalles de esta protagonista que, como el resto de mujeres de su generación, encontró en la independencia una felicidad hasta entonces desconocida para ellas.