Madrid, verano de 1614. Han pasado diez años desde que Francisco Robles publicara El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha , una novela descabellada de Miguel de Cervantes que tuvo un éxito incandescente. A su estela, un autor desconocido, Alonso Fernández de Avellaneda, acaba de publicar una segunda parte de aquella historia a espaldas del autor y editor originales. Robles, frustrado y furioso por lo que le parece un robo que mermará sus ganancias y preocupado por los insultos que se dedican a Cervantes ya desde el prólogo, encarga a uno de sus empleados, Isidoro Montemayor «eterno aspirante a hidalgo, gacetillero, corrector de pruebas de imprenta y tahúr», que averigüe quién se oculta tras el evidente seudónimo.
Desde los círculos literarios más selectos hasta los tugurios de peor reputación, Isidoro Montemayor seguirá las pistas que, entre intrigas palaciegas, envidias perniciosas y juegos de corte, le llevarán a desvelar el misterio literario más relevante del Siglo de Oro.
«...novela ferozmente deliciosa, llena de brío y vivacidad, que no se limita a desentrañar el misterio Avellaneda sino que consigue completar un fresco abigarrado, palpitante, amenísimo de aquel Madrid de comienzos del xvii...»
Juan Manuel de Prada