Como es en el corazón, así es en la vida. Lo interior constantemente está convirtiéndose en lo exterior. Todo llega a revelarse. Lo oculto solamente lo está durante un tiempo, finalmente madura y emerge. La semilla, la planta, la flor y el fruto integran el orden cuádruple del universo. Y a partir de los comportamientos que existen en el corazón del hombre se revelan las circunstancias de su vida. Sus pensamientos florecen en acciones y sus acciones dan el fruto de su carácter y de su destino. La vida siempre está evolucionando en el interior y luego surge a la luz. Los pensamientos que se han generado en el corazón, finalmente se revelan en palabras, en acciones y en logros. El dolor y la felicidad, el sufrimiento y el goce, el miedo y la esperanza, el odio y el amor, la ignorancia y el conocimiento, no se encuentran en ninguna parte que no sea en el corazón del hombre y todos ellos son únicamente condiciones mentales.