En este trabajo se analiza la disposición del comercio por relación al vínculo estrecho que existió entre el orden jurídico y los tratos. El derecho, pero también el conjunto de principios legales que se complementaban con sus reglas, y que actuaban para ordenar la vida de los súbditos en cada una de sus actividades, nos ha llevado a replantear el orden del comercio en la Corona de Castilla en el siglo XVII. La esencia de ese derecho era la posibilidad legal de su incumplimiento e inaplicación, sin por ello crear desorden ni desbarajuste en cada uno de los ámbitos de la vida social, porque su tarea era ordenar y vertebrar. Su inobservancia daba paso a un orden natural de las cosas que el derecho sancionaba de forma ordinaria, porque esa era la esencia del orden legal: la preferencia de la indeterminación jurídica por relación a la ley.