Derecho a la cocina se inspira en las recetas de la madre del autor, y en su propia experiencia de más de treinta y cinco años al frente de los fogones de su casa. Son recetas familiares que hacen de la comida de diario un auténtico placer, sin emplear otros utensilios e ingredientes que los que se encuentran normalmente en una casa cualquiera, lo que hace que este recetario sea, ante todo, útil, práctico, sencillo y de uso diario en la cocina.