Argumento de Demasiado Tarde
Pues que no hay nada seguro después de la muerte, bien puede la imaginación, tomándose las licencias que le son propias, mostrarla, ya que no con su faz más amable, sí con visaje menos terrible del que acostumbra. Elena Casero juega a imaginar en este libro una suerte de contrarreloj que su protagonista disputa con la muerte en tanto que asiste a su propio entierro. Inmejorable ocasión, sin duda, para penetrar a fondo en el alma de seres queridos y no tanto y hacer un ajuste de cuentas personal con una vida truncada antes de ahora y ensombrecida por la incomprensión y el egoísmo.1