Este estudio, que compila las principales teorías sobre los sistemas semióticos dramático y cinematográfico, describe sus elementos subjetivos, objetivos y práxicos, y establece la distinción entre el plano del contenido y el de la expresión, compuestos, a su vez, de materia y forma. La aproximación a una teoría de sus códigos específicos y no específicos precede a la descripción de las transformaciones que experimenta una obra dramática al llevarse al cine, y se examinan también los elementos que pueden permanecer inalterados. Los cambios en el plano de la expresión, que dan lugar a las diferencias específicas en el lenguaje cinematográfico, se examinan incidiendo en sus aspectos más destacados. Se ha efectuado, además, una transposición del método dramatológico de José Luis García Barrientos; se han establecido equivalencias y divergencias con el cine, y se han analizado las peculiaridades de cada uno de los lenguajes. El aporte teórico se enriquece con el ejemplo emblemático del Macbeth, de William Shakespeare, y de tres de sus mejores adaptaciones cinematográficas: las de Orson Welles, Akira Kurosawa y Roman Polanski. Se esbozan, además, algunas pautas para la adaptación y un somero estudio de la recepción en ambas artes, que se apoya en la teoría y en una encuesta realizada sobre el tema.