CARLOS GARCÍA, en modo alguno teólogo profesional, es padre de cuatro hijos, abogado de profesión, cristiano de base y convencido creyente. Su obra es fruto de una reflexión madura, libre, sincera y llena de amor a la Iglesia, con la que no está de acuerdo en no pocas cosas y a la que desea que cambie para que pueda seguir siendo testigo fiel del evangelio en nuestro mundo.