Argumento de Del Asesinato Considerado como Una de las Bellas Artes
El escritor y polemista inglés Thomas de Quincey (1785-1859) poseía una erudición vasta y excéntrica, fruto del intenso estudio y de la soledad, y su vida fue un ejemplo de entrega total al cultivo del intelecto y de la aplicación del ingenio y del humor a las materias más complejas y profundas. De su enorme influencia baste citar algunos de sus admiradores: Poe, Baudelaire, Lewis Carroll, Dickens, Proust, Chesterton, Virginia Woolf, D.H. Lawrence o Jorge Luis Borges. Con el presente volumen, la editorial Valdemar sigue con su labor divulgadora de la obra del autor inglés, una obra compuesta en su mayor parte por numerosos artículos, y pèqueños ensayos diseminados en revistas y periódicos. El presente volumen de obras escogidas reúne una seleccíón de los principales escritos de De Quincey, piezas en las que nos ofrece siempre una perspectiva insólita: El asesinato considerado como una de las Bellas Artes, un sutil ensayo en clave de humor sobre filosofía estética y moral; Suspiria de profundis, un complejo análisis de los estados anímicos, algunos de ellos en los umbrales de la locura; El coche correo inglés, una fantasía política imbuida de una visión apocalíptica; y La visión de la muerte súbita, una fascinante expedición a las raíces del horror. El volumen se completa con el artículo Los golpes a la puerta de Macbeth. Thomas de Quincey nació en 1785 en la ciudad inglesa de Manchester, y al acabar los estudios secundarios se fugó de la casa paterna a Wales. Después de pasar dos años en la indigencia en Londres regresa al hogar familiar y se matricula en el Worcester College de Oxford, donde, a consecuencia de las numerosas neuralgias que sufre, se aficiona al láudano. En 1820, De Quincey se instala en Londres donde se convierte en colaborador del London Magazine, en el que publica sus famosas Confesiones de un inglés comedor de opio (1821). El éxito repentino de la obra no dio a De Quincey la tranquilidad y solvencia necesarias para poder dedicarse en cuerpo y alma al estudio y a la reflexión, como hubiera sido su deseo. Se casó con la hija de un granjero, Margaret Simpson, en 1816 y tuvo ocho hijos. En 1832 muere su hijo mayor y cinco años más tarde, su mujer. Aunque escribió sin descanso toda su vida, Thomas de Quincey apenas publicó unas cuantas obras, cuyos escasos beneficios lo obligaron a malvivir hasta su muerte en Edimburgo, en 1859.0