De apocada asistente personal? ¡a esposa del jefe!
Alexandra Hill está a años luz de las sofisticadas empleadas de Max Goodwin. Pero este director general necesita una intérprete y... pronto. Contrata a Alex con una condición: ¡un cambio de imagen! Pronto pasa de ser una poco agraciada traductora a una asombrosa belleza... y los pensamientos de Max pasan de lo profesional a lo muy personal...
La vida de playboy de Max no puede ser más distinta de la educación conventual de Alex, pero ella no quiere ser sólo la amante de un millonario. Sin embargo, Max había decidido hacía mucho tiempo que jamás se casaría...