Violaciones en masa en Bosnia, agresiones cada día en nuestros países occidentales: la violencia contra la mujer provoca reacciones variadas. Entre ellas es particularmente interesante la de la Iglesia. La actitud del Pontífice hacia la «mujer-víctima» supone una radicalización de algunas posiciones del cristianismo, una de cuyas concepciones de fondo es la del sacrificio simbólico, la de la necesidad de la existencia de una víctima.