La vida de María Dolores, madre de Manuel, jamás fue fácil: empezó a trabajar siendo apenas una niña por cuatro perras, se quedó embarazada muy joven, sufrió el rechazo de su padre, que la echó de casa, y padeció las angustiosas estrecheces económicas propias de una madre que debe criar a sus hijos sola. Todo ello en una época en la que ser madre soltera estaba muy mal visto en España. Sin embargo, todas aquellas penas y sufrimientos, todos aquellos desvelos y angustias pronto se verían recompensados. Un chaval imberbe marcado por la ausencia de su padre, el Cordobés, «el más grande» de los toreros, supo muy pronto cuál era el verdadero objetivo en su vida: hacer feliz a su madre y darle todo aquello de lo que no pudo disfrutar de joven. Es esta la crónica apasionada y emotiva de la lucha de un hijo, por labrarse un futuro mejor para él, para sus hermanos y, sobre todo, para María Dolores.
Unas memorias sinceras y arrebatadoras de un hombre que se hizo a sí mismo, que forjó su propio destino siguiendo la estela de un padre cuya ausencia, aún hoy, llora en los momentos de íntimo silencio. Un hombre que desde muy joven supo que había nacido para ser torero, que pudo perderse en los excesos de la juventud o permitir que los fantasmas del lujo se adueñasen de él. Pero sobre todo un hombre cuya verdad le ha permitido superar todos los reveses de la vida.
Un testimonio que dejará huella