Para Leonardo Polo la psicología carece de un cuerpo teórico coherente, pues reúne una diversidad de objetos y de métodos, que van desde planteamientos fisiológicos hasta otros cercanos a la filosofía, o a aplicaciones técnicas: sociales, pedagógicas y terapéuticas. El autor examina cómo se llega a aislar y formular «lo psíquico», desde que se esboza en el platonismo hasta que conquista un papel central en la filosofía moderna y contemporánea. El Curso recorre los hitos más relevantes de esta historia, deteniéndose de modo especial en algunos autores como Hegel, Kierkegaard y Freud. Frente a los planteamientos dominantes, Polo sostiene que la justificación de esta ciencia depende de que exista un movimiento cualitativamente distinto de cualquier otro, que es el característico de las actividades vitales, cuya diferencia sólo puede ser formulada desde una nueva y radical comprensión del movimiento.