Sin olvidar estas dificultades, el gran islamólogo Henry Corbin nos adentra mediante este libro en lo que para él es el «continente perdido» de los occidentales: el «mundo imaginal» del alma. Según las antiguas concepciones místicas de Irán, por medio de una adecuada práctica de la «Imaginación activa», se llega a contemplar la Tierra celeste de los arquetipos, lugar de encuentro entre lo Celestial y lo Terrenal. Esta actividad imaginal, que nada tiene que ver con lo que se entiende comúnmente por imaginación, es una meditación puramente cognoscitiva para alcanzar la visión de un reino intermedio entre lo espiritual y lo material. En esta tierra ignota, inaccesible tanto a las abstracciones racionales como a las materializaciones empíricas, tiene lugar el encuentro en donde se funden el cuerpo y el espíritu.
A contracorriente de los modos culturales del pensamiento de nuestra época, este libro nos abre en su Primera parte a otra fenomenología del espíritu que sucede allí donde las potencias más profundas de la imaginación actúan, allí donde la geografía se convierte en angelología. En la Segunda parte, el propio Corbin traduce a numerosos autores del siglo XII al XX para seguir enriqueciendo y aclarando sus claves conceptuales y a la vez presentar sus correspondencias con otras culturas.
Henry Corbin (1903-1978), profundo conocedor del sufismo, ha publicado en España sus libros Avicena y el relato visionario, Historia de la filosofía islámica, La imaginación creadora en el sufismo de Ibn Arabî, El hombre y su ángel, Cuerpo espiritual y Tierra celeste. del Irán mazdeísta al Irán chiíta (Siruela, 1996) y El hombre de luz en el sufismo iranio (Siruela, 2000). En 1946 creó en Teherán el Departamento de Iranología del Instituto franco-iraní, donde se llevaron a acabo importantes ediciones críticas de textos persas y árabes. Entre 1954 y 1974 fue director de estudios en la Sorbona, donde sucedió a Louis Massignon.