El burro presumido Palomo era un asno muy bello pero muy tonto. Confundía la B con la V y era el último de la escuela. Los animales de la granja se reían de él y de su forma presumida de vivir. Pero tenía un amigo: el espejo de su casa, que se convirtió en su conciencia y lo enseñó a comportarse, hasta conseguir que todos lo aceptasen. El osito lengua de trapo Los osos eran enemigos entre sí porque hablaban idiomas diferentes y no se entendían: los osos blancos peleaban con los panda; estos, con los grises, y los negros mordían a todos los demás. Pero nació un osito que chapurreaba una lengua extraña y desconocida que tuvo la virtud de que todos se hicieran amigos? La niña aprendiza de hada Blanquita era una niña aprendiza de hada a la que le gustaba jugar al fútbol, subirse a los árboles y corretear. En su atolondramiento rompió su varita mágica y para no ser castigada la ocultó y trató de arreglarla por su cuenta, llegando a mentir a su madrina. Un acto de valentía arriesgándose por salvar a un gato vino en su ayuda.