Nina y sus padres han tenido que hacer un largo viaje hasta la casa de la abuela Amelia, que está enferma. Ella parece que pierde la memoria y que ya no puede vivir sola. Al menos, eso es lo que creen. Su nieta, sin embargo, no está dispuesta a aceptar que Amelia tenga que vivir en una residencia y se olviden todas sus historias.