México, finales de los setenta. Familia clasemediera recibe una herencia billonaria pero con una condición: convertirse en aristócratas.
Una historia de delirio e inusitadas sorpresas, por el autor de Amores adúlteros y Haz el amor y no la cama.
"¡Heredamos billones! Papá se compró un circo y un equipo de futbol. Mamá adquirió un viñedo en Burdeos, con todo y sommelier. Mi hermano se convirtió en un exitoso director de cinema vérité. Yo produje las canciones de mi novia en los estudios Abbey Road. Tante Gerta y Tante Greta nos lo heredaron todo, ¡todo! Y así, en la enorme alberca del hotel La Momounia, en Marrakech, llegamos a la patriótica conclusión de que el mercado de Sonora le da diez y las malas a su famoso zoco."
"Más allá de recibir, merecíamos; somos, a mucha honra, los herederos naturales de un imperio llamado Nosotros.
Fluimos en una dimensión monárquica. Mandamos hacer un palacio con lago, flamencos, gacelas y hasta un león, y ordenamos erigir nuestro propio coliseo romano... en aquel entonces, cuando refulgía el asombro en nuestra mirada, cuando había John Lennon en el mundo, cuando todo era para siempre."
Esta novela luce un humor satírico e irreverente. El trasfondo es el México de fines de los años setenta. Los protagonistas reciben una inconmensurable herencia, pero con una condición: refinarse y europeizarse. En una atmósfera de excesos, nacadas, desplantes de prepotencia e inevitables ridiculeces, la escritura adictiva de Federico Traeger nos lleva hasta donde solo los césares llegaron.