Cuaderno afortunado recoge las vivencias de un joven treintañero, viajero empedernido, que regresa a Tenerife con la enfermedad de los apuntes: anota todo lo que le pasa y mucho más (pensamientos, elucubraciones, reflexiones cotidianas). Se ha quedado en paro y sin novia en un mismo día. Para aplacar las dudas que lo persiguen decide recorrer, libreta en mano, cada una de las Islas, ligero de equipaje.
De este modo, y con grandes dosis de humor, ironía y escepticismo, Eduardo Delgado Montelogo rinde homenaje al Archipiélago, a través de descripciones muy actuales de sus distintos parajes y mediante constantes guiños a nuestras leyendas, mitos y escritores.