Kathy tiene cuarenta años y su vida está a punto de cambiar para siempre: se acerca el día de su boda, el día en que dejará atrás definitivamente su pasado excéntrico y desordenado para entregarse al compromiso, el amor y los planes de futuro. Ahora bien, ¿qué futuro? ¿Acaso cabe esperar algo bueno, a la vista de lo que está sucediendo en el mundo? Mientras Kathy nos explica con minuciosidad obsesiva los preparativos de su enlace desde un enclave idílico en plena Toscana, se ve importunada por pensamientos delirantes, a veces oscuros, que basculan entre el escepticismo y la paranoia. En la Casa Blanca hay un loco que puede desencadenar una guerra nuclear con solo pulsar un botón rojo, y el mundo parece estar entrando en una fase de histeria colectiva de la que sucesos como el Brexit son mucho más que un síntoma preocupante. Este trasfondo nubla el día feliz de Kathy. Sin quererlo, le asaltará la duda constante de si está realmente haciendo lo correcto: dado que todo podría irse por el desagüe en cualquier momento, ¿por qué seguir?
En su debut en la novela, Olivia Laing logra capturar el estado de sobreexcitación, neurosis e incertidumbre que rige en Occidente a través de una heroína atípica: una versión contemporánea de la escritora feminista, contracultural y posmoderna Kathy Acker. Así, Crudo se revela como un afilado y feroz diagnóstico del que podría ser el verdadero mal del siglo XXI: la aversión al compromiso, la incapacidad de pensar a largo plazo con seriedad, y el miedo a un futuro que, si pinta negro, es en buena medida porque nada hacemos realmente para cambiarlo.