Muchos han sido los años durante los cuales el boom de presión paramédico interesado nos ha infundido la idea de que las radiaciones provocadas por una mamografia eran mucho más dañinas que el propio tumor que se quería diagnosticar, o que por sí mismas podían hacerlo crecer.
Afirmación falsa que ha constituido una leyenda urbana de larga evolución.
Muchas han sido las veces que se ha afirmado que los ultrasonidos eran dañinos al aplicarlos sobre el abdomen de una gestante para visualizar las partes fetales, pues podían provocar sobre el feto terribles malformaciones e, incluso, situaciones del todo irreversibles.
Absolutamente falso, también.
No pocos han escuchado lo catastróficas y peligrosas que son las dietas proteicas para la salud.
Falso, también.
Estoy convencido de que algún día aparecerá un plan dietético, mucho mejor que el que aquí se define, con las conocidas proteínas purificadas de alto valor biológico, con los profesionales de la salud aportando el soporte técnico y psicológico, y el ejercicio físico adecuado a cada edad y condición, y con la imprescindible reeducación alimentaria final.
Pero también estoy absolutamente convencido de que este plan no ha aparecido aún, y que seguramente cuando lo haga, será una buena modificación del actual.
Creo que el mejor consejo que podemos darle, a la persona que lo necesite, es que se sumerja en este plan, convirtiéndose en la mayor medida de salud y antienvejecimiento de su existencia.