Los estudios de Comunicación y Género continúan ocupando un lugar marginal en el seno de las Ciencias de la Comunicación, al menos en lo que al ámbito hispánico se refiere. Y todo ello a sabiendas de la importancia que los sistemas sexo-género adquieren en la configuración de nuestras sociedades.
La relevancia de este libro responde a criterios de orden social además de a criterios de índole académica relacionados con el desarrollo científico de estos estudios.
En el contexto actual, la centralidad que adquieren los medios de comunicación de masas en tanto que mediadores sociales de discursos, acontecimientos y modelos de experiencia que se convierten en puntos de referencia para la ciudadanía, no hace sino acentuar la importancia que tiene la comunicación social en la reproducción de las representaciones y modelos de género hegemónicos, lo que supone el mantenimiento de las relaciones de desigualdad entre hombres y mujeres.
El estudio de tales procesos comunicativos permite:
el análisis y la denuncia de los distintos mecanismos que contribuyen a la subordinación de las mujeres.
realizar lecturas alternativas y transgresoras desde la crítica feminista.
construir nuevos escenarios comunicativos más plurales, integradores e igualitarios desde el punto de vista de las relaciones de género.