Argumento de Cordialmente Suya
La poesía de Dionisia García tiene mucho de gustoso dietario íntimo. En sus once libros, desde El vaho en los espejos (1976) hasta el reciente LAlbero (2007) ha ido desvelándonos, con delicada y pudorosa caligrafía, un muy personal mundo propio, lejos de toda estridencia y de todo énfasis, atento siempre a la asordinada, casi imperceptible música de la memoria.
Poesía de celebración y de elegía, serena y temblorosa, que sabe fijar con límpida sencillez la hermosura y la fragilidad de las pequeñas cosas que nos rodean y la honda, pero tal vez inútil, verdad apasionada de nuestros sueños.1