Ha decidido escribir este libro como estímulo vital para aquellos que se sientan acorralados por un diagnóstico que nadie desea escuchar nunca; para quitar la carga maldita que acompaña al temido infarto y para animar a las personas que estén en su misma situación, transmitiéndoles el convencimiento y la experiencia de que se puede continuar haciendo una vida corriente sin ningún temor.