El libro de Convivencias con la Pintura y el Verso ha tenido la influencia de cuadros de un universo de maestros de excelencia que un jubilado perverso, empleando su paciencia, quiso que hablaran en verso introduciendo presencias de familiares diversos. Contemplando esas pinturas con tiempo y observación surgió la chispa oportuna que aportó la inspiración para una estrofa de hechura que ha captado así el autor componiendo su escritura con más o menos humor.