Este libro trata de los ciclos de la vida; del insobornable paso del tiempo; de una casa color rojo, de una galería abierta hacia noroeste, de una mesa rodeada de amigos; de los momentos únicos allí vividos; de una calle de tierra custodiada por árboles centenarios; del aroma de los jazmines, de la luna entre los pinos; de los encuentros y desencuentros cotidianos; de las presentes ausencias; de la dicha de los amaneceres; del viento amado y de la bendita lluvia; de la felicidad de estar juntos, del desgarro de las partidas, de la alegría de los reencuentros; de la belleza de las hojas cubriendo el parque, de los árboles meciéndose sobre la casa, de los brotes nuevos; de los innumerables festejos compartidos, del inevitable bullicio de los nietos, de los silencios necesarios; del agradecimiento hacia todo lo recibido, y del amor hacia una mujer que, como el hilo de Ariadna, se pasea hilvanando silenciosamente, cada uno de los haikus.