A partir de los diferentes recursos que ofrece la memoria, Alberto Oliart reconstruye los hechos que marcaron su vida desde la infancia hasta el umbral de la edad adulta y restituye la atmósfera de su entorno familiar y social en Mérida, Madrid, París y Barcelona, desde la República hasta la universidad franquista, pasando por la guerra civil, el corto exilio, las dificultades del retorno, la adolescencia conflictiva y, finalmente, el encuentro en Barcelona con un grupo privilegiado de amigos, casi todos poetas, que marcarían para siempre su formación y a los que el lector verá desfilar una y otra vez: entre otros, Carlos Barral, Alfonso Costafreda, José María Castellet y Jaime Gil de Biedma. En el entramado de la memoria del autor, el lector acompaña el recorrido vital e intelectual de un joven que, muy pronto, interpreta su existencia como un largo, contradictorio y no siempre placentero aprendizaje.