Los que conocieron de cerca a Tony de Mello, saben, y seguramente recordarán, que su «ministerio» pasó por distintas etapas, de acuerdo en parte, con las necesidades de las personas a las que servió en cada una de ellas, pero tamibén de acuerdo con las exigencias de su propia evolución interior. Externamente, podría hablarse de sus sucesivas fases de «director espiritual», «terapeuta», «guru», etc; internamente, en cambio, un íntimo amigo suyo ha hablado de «una progresión de valores desde la santidad hasta la libertad, pasando por el amor». Nos hallamos ante esta su obra póstuma: la transcripción de sus charlas de «Ejercicios», que él mismo redactó cuidadosamente, pero que nunca dio a la imprenta. Y la verdad es que no sabemos por qué no quiso hacerlo ni lo que habría pensado de nuestra atrevida decisión de publicarlas. Pero lo que es innegable es que muchas personas se sentirán dichosas de poder disponer de ellas. El texto ha sido reproducido tal como Tony lo dejó; únicamente se le ha puesto un título y se ha hecho algunas ligerísimas correcciones, aunque no han faltado quienes sugirieran la conveniencia de una profunda revisión. El estilo es, tal vez, un tanto anticuado y el contenido no es del todo «postconciliar». El tema de las charlas podría resumirse en los tres clásicos principios fundamentales: la oración, la penitencia y el amor de Cristo. Y el estilo típico de Tony: tremendamente vigoroso.