El consumo es una parte importante de nuestra vida. Como fenómeno, es complejo y afecta a todas las esferas de la vida; se consume una ingente variedad de productos y servicios, y por ello es, si no imprescindible, sí al menos conveniente abordar el tema desde múltiples enfoques (sociológico, económico, antropológico, cultural, educativo, psicológico, ideológico, etc.) relacionados con la sociedad actual que sitúa el acto de consumir en el centro de la vida económica, política y social. Pero no sólo consumimos los adultos. Desde muy pequeños los niños son consumidores, ya que, por un lado, adquieren múltiples productos y, por otro, son generadores del consumo de los adultos; consumen cuando son menores y seguirán siendo consumidores adultos. Por tanto, hay que educar al consumidor, ya que de no hacerlo corremos el riesgo de quedar esclavizados por el consumismo como la ideología que hace girar el mundo globalizado. La educación del consumidor es, junto con sus derechos, la herramienta más eficiente para capacitar a las personas en su rol como consumidores y como ciudadanos en su territorio y país. Por ello, en esta obra se aborda el tema de la educación para el consumo entendiendo éste en su más amplia acepción y desde una perspectiva global, utilizando muy distintos puntos de vista o perspectivas: la educación, la psicología, el derecho y la salud, y a distintos niveles de análisis. Y ¿quién educa a los niños en este comportamiento para ayudarles a situarse en la sociedad de consumo de una manera crítica, responsable y solidaria? En las diferentes leyes educativas, desde los distintos estamentos (europeos, nacionales, autonómicos o locales) se ha planteado la necesidad de trabajar la educación para el consumo en las distintas etapas educativas. Los contenidos que se desarrollan en esta obra intentan responder a esa necesidad y son de utilidad tanto para el profesorado de los diferentes niveles educativos como para las familias (cont.)