Desde una perspectiva renovadora y a partir de una hipótesis de trabajo que destaca el papel protagonista de la población como sujeto histórico del momento en que vive, en este trabajo se estudia el franquismo como una dictadura autoritaria, conservadora, católica, impuesta por las armas y de clase, ya que contó con la activa colaboración y participación de los principales grupos de poder del país. Ahora bien, tal y como se demuestra en este libro, a partir de la utilización de fuentes policiales, buena parte de ellas inéditas hasta el momento, también logró atraerse a buena parte de la población, consiguiendo un apoyo entusiasta por parte de sectores minoritarios pero, sobre todo, un consenso pasivo que fortaleció a la dictadura durante toda su existencia, reduciendo aquellas actitudes que se pueden calificar como resistencia de una minoría de españoles, fundamentalmente a aquellos que estaban relacionados con el Partido Comunista de España.