NUEVA TRADUCCIÓN DE ISABEL GARCÍA ADÁNEZ. Probablemente la novela más juvenil jamás escrita por un anciano, es el más perfecto ejemplo de la ironía que caracteriza buena parte de la obra de Thomas Mann. A tenor de esta concepción estética de la vida, las trampas, los robos y las imposturas acaban no sólo por justificarse, sino incluso por constituir un estilo de vida de moralidad irreprochable. Thomas Mann, autor de obras tan profundas y reflexivas, como "La montaña mágica", "Muerte en Venecia", Doktor Faustus" o "Los Buddenbrook", legó a la posteridad una última novela desconcertante, irónica, burlona y probablemente una de las más sagaces y divertidas de todos los tiempos, sin rebajar un ápice su exigencia literaria. Probablemente, no hay modo más divertido de acercarse a este gran clásico de la literatura universarl que leyendo esta novela.