A principios de los setenta, un joven hippy escocés llamado Stephen Batchelor viajó a Dharamsala buscando el sentido de la vida. Allí conoció al Dalai Lama, se afeitó la cabeza y se ordenó monje budista. Después de diez años de hábito volvió a la vida laica en Europa y comenzó una nueva búsqueda, esta vez centrada en descubrir quién fue Siddattha Gotama, el buda histórico. Desde entonces, el maestro Batchelor se ha convertido en un referente del budismo occidental: un budismo esencial y ateo con el que está naciendo una nueva cultura del despertar.