Laila del Monte nos abre horizontes insospechados sobre la vida interior de los animales. Nos invita a reconsiderar nuestra relación con ellos y así a respetarlos y amarlos aún más.
Con amor y honestidad, nos explica cómo consigue entrar en comunicación sutil con los animales. No es necesario ningún método misterioso ni procedimiento mágico, basta con reconectarse a nuestra intuición profunda para restablecer el vínculo.
La autenticidad del saber de Laila del Monte crea en nosotros, el deseo de emprender ese camino hacia el animal y por añadidura, hacia nosotros mismos.
(...)"Este libro describe mis experiencias personales. Por ello invito al lector a tomar aquello que resuena en su corazón.
Es importante respetar la verdadera naturaleza del animal. No se le puede confundir con un humano, pues hay demasiadas situaciones de ese tipo que perjudican a los animales.
Para comunicar con los animales, es indispensable realizar un trabajo sobre sí mismo de manera continua. Es peligroso proyectar nuestras emociones no controladas sobre los animales y sobre las personas a las que transmitimos las informaciones. Cada palabra tiene sus consecuencias.
El objetivo de la comunicación no es el de juzgar o criticar a un guardián (empleo esta palabra pues estimo que los animales no nos pertenecen), sino el de ayudar de manera honesta al animal o a la persona.
Cuando evoco el hecho de que los animales absorben por las personas, tengo que subrayar que es de manera inconsciente. No hay que sentir culpabilidad o hacer reproches a los guardianes o a las personas responsables del animal.
¿De dónde viene la información durante las comunicaciones? Personalmente, yo paso por el Creador, Gran espíritu, para pedirle que establezca una comunicación, lo que permite una mayor precisión. La comunicación depende de diferentes factores, el Creador está por encima de todo pero a nosotros nos toca hacer un trabajo sobre nosotros mismos. Ahí es donde se encuentra nuestro libre albedrío. En una comunicación, es responsabilidad nuestra el proyectar nuestro espíritu con integridad hacia el espíritu del animal. El animal, también debe querer establecer esta conexión con nosotros. Somos nosotros los que tenemos que trabajar con disciplina para desarrollar las habilidades de todos nuestros sentidos.
Laila del Monte"(...)