Diagnosticado con trastorno bipolar con treinta y dos años, pasé cinco años no para olvidar sino para aprender. Después de lo vivido, tengo la sensación de que no volveré a sufrir la enfermedad porque ella ya sólo son recuerdos en mi memoria. Este libro es mucho más que una ilusión cumplida. Está escrito pensando en ti y con la convicción de que puede ayudarte a evitar muchos riesgos. Si eres capaz de renunciar, en la medida de lo posible, a los veintiún malos hábitos que propone, un antes y un después marcará tu vida. Recuperar la salud cuando uno ha sufrido los síntomas del trastorno bipolar no es fácil. Con el tiempo, he aprendido que resulta más importante evitar algunas tendencias innatas que nos predisponen, que decidir aquello que queremos hacer con nuestra vida. Una vez que dejes de sufrir, si no lo has hecho ya, descubrirás algo muy importante que me costó demasiado aprender: Lo que tú esperes de la vida a ella le importa bien poco. Desde que he abandonando estos viejos hábitos, he aprendido a disfrutar de la vida a diario. No hay mejor tratamiento que un buen hábito. Aquí te propongo muchos que te habrán hecho sufrir, al menos, tanto como a mi. Algo que nos une incluso antes de haber terminado este libro.