«¿Dónde está la Europa con la que hemos soñado durante tantos años? ¿Quién se la ha llevado? ¿Los serbios? ¿Los especuladores? ¿Los agricultores franceses? ¿Los pescadores españoles? ¿Los políticos impotentes con sus palabras vacías? ¿Los muertos de Sarajevo? ¿Dónde está? ¿En Bruselas o en Londres? ¿En Atenas o en Kosovo? ¿O quizá, a pesar de todo, en Maastricht?» Un europeo por excelencia, Cees Nooteboom, holandés de nacimiento, habitante de Berlín, Amsterdam y Baleares, viajero enamorado de España como atestigua su libro El desvío a Santiago, trata de responder a esas preguntas en las ocho conferencias que constituyen Cómo ser europeos, recogiendo acontecimientos, reflexiones, historia y recuerdos personales con escepticismo, entusiasmo o ironía... para llegar a dos propuestas esenciales: que la insoslayable Europa unida sea la suma de las particularidades de los pueblos que la integran, y no su uniformidad; y que la moneda común, la única rigurosamente intercambiable entre todas las naciones, grandes o pequeñas, sea la cultura.