Argumento de Cómo Ser Escritor... y no Morir en el Intento
Encuadernación: Rústica
Como editor he de confesar que siempre que me reúno con autores me defiendo como «gato panza arriba» de la autocomplacencia y vanidad que, en muchos casos, destilan los susodichos. Siempre apostillo que la diferencia entre el autor y el aprendiz se aprecia en los niveles de soberbia. El autor, sin embargo, es el que sabe de qué va esto. Te llega y, cabizbajo, comenta que ha escrito un texto, que se siente bien con su desarrollo, que espera que me guste y, por encima de todo, que sea editable y, con suerte, se venda al menos algo. Y estos, hombres y mujeres sabios de la formación académica y la vida, son mis compañeros, los que aquí te presento y con los que, hijos de sus padres y madres, me hermano para lo bueno y lo malo. Ángel Jiménez (Grupo Éride)1