Shimon Tzabar así lo ha hecho y nos plantea la conclusión, harto asombrosa, de que la victoria es en realidad... una derrota, y la derrota... una victoria. Tzabar invierte, con claridad meridiana, los términos planteados por los clásicos como Sun Tzu, en su obra sobre el arte de la guerra, y von Clausewitz. Con una lógica aplastante y un agudo sentido de lo absurdo -que recuerda a la sátira de Swift o de Heller en Trampa 22-, el autor demuestra cómo la paz es un medio pragmático y sensato para obtener la victoria política. El lector interesado hallará aquí una relación de los hechos que explican por qué con tanta frecuencia -por no decir en la práctica totalidad de los principales conflictos acontecidos en el transcurso de la historia- la victoria no es tan buena como pudiera parecer.
Tzabar ofrece además una serie de consejos prácticos e información pormenorizada sobre los pasos a seguir en diversos aspectos: cómo rendirse y cómo reaccionar si uno presiente que está en peligro de ganar. cómo arruinar una economía próspera; cómo gestionar una política exterior mediocre; cómo minar el ánimo de una nación; cómo adiestrar a un ejército para que resulte derrotado; qué hacer cuando se cuenta con una fuerza de aplastante superioridad.
Cómo perder una guerra (y por qué), cuya primera edición vio la luz inmediatamente después del fin de la guerra de Vietnam, incluye numerosas ilustraciones explicativas y mapas. La presente edición está actualizada e incorpora información relativa a los últimos acontecimientos internacionales, y ha sido publicada en el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Israel, Dinamarca, Japón, Grecia, Holanda, Francia e Italia.
El autor presenta una teoría paradójica e inesperada [la derrota pueda resultar más ventajosa que la victoria]; la expone con el mejor humor inglés, y la defiende con la inimitable seriedad que hizo famosos a Jerome K. Jerome, G.K. Chesterton, George Bernard Shaw y otros muchos. [.] Es un libro que provocará la sonrisa del lector, cuando no la carcajada; un libro tan poco habitual como bueno; al terminarlo uno acaba estando de acuerdo con el editor cuando afirma que Tzabar es sin duda un hombre con el que uno jamás se aburre. Mucho se ha escrito sobre y a favor de la victoria. Nos faltaba una oda a la derrota bien argumentada e investigada. Este libro ha llenado oportunamente ese vacío. Le Monde
El humor negro de Tzabar evoca a Trampa 22 de Heller y a Madre coraje de Brecht, un mundo delicioso de una lógica convincente y subversiva. Sun Tzu sugirió que en el cenit de tus fuerzas, finge debilidad pero no desarrolló esta idea con el mismo alegre entusiasmo de Tzabar. Molestará a los que opinan que lo importante no es ganar o perder sino jugar limpio. Tzabar, anterior militante terrorista, lo expone con claridad: la victoria no es tan buena como la pintan; ganan los perdedores. La historia está de su parte. No se puede confiar en la ineficacia del otro (el enemigo, Dios nos libre, puede estar aún más desesperado), de modo que nos ofrece algún consejo práctico para llegar el segundo. Si el desenlace es el peor de los posibles, el lector podrá recurrir al capítulo, Cómo recuperarse de una victoria accidental; en caso de que se dé la circunstancia más favorable, hallará un capítulo sobre la rendición. Otros capítulos abordan los preliminares de la guerra; cómo realizar una mala política exterior y cómo arruinar una economía próspera; cómo desunir una sociedad unida; cómo preparar a un ejército para la derrota; y -lo más importante- la táctica. Si von Clausewitz y Sun Tzu le resultan poco estimulantes, pruebe con este libro. Es un momento tan bueno como otro cualquiera para interesarse por la estrategia militar. Fortean Times
Si existe algo semejante a un delicioso libro sobre la guerra, se trata de este. [.] Constituye un antídoto eficaz contra von Clausewitz. [.]Para los que nos hemos preguntado ¿Dónde estaba Jonathan Swift, cuando más lo necesitábamos? Tzabar logra convencer al lector de la sensatez de lo absurdo. El libro resulta verdaderamente divertido. Además dice la verdad. Personalmente, considero que Cómo perder una guerra (y por qué) es uno de los libros más entretenidos e importantes con los que me he topado en mucho tiempo. Professional Publication for Libraries (EEUU)