Un día, mientras está sentada en un banco, empieza a hablar con ella un vagabundo sucio y apestoso. Cuando Julia decide irse, él declara que volverán a verse en el mismo banco a las siete de la tarde del sábado. «Una cita con un vagabundo: ¿es a eso a lo que he llegado? ¿Tan desesperada estoy?», se pregunta Julia, pero, sorprendiéndose a sí misma, el sábado siguiente se presenta en el banco porque le resulta imposible dejar de pensar en aquel hombre. Julia y vagabundo que se llama Ben pasan varias horas juntos y ella acaba descubriendo que le gusta. Y mucho.
¿Es posible que el Príncipe Azul sea un vagabundo?