El ser humano fue creado para relacionarse. Relacionarse con los demás, consigo mismo, con la naturaleza y con Dios. Y para ello fue dotado de recursos que ninguna otra criatura tiene. No tengo duda alguna de ello, pero tampoco de que es complicado conseguirlo porque el orgullo, la envidia, los celos, el amor al dinero, las ansias de poder y tantas otras cosas obstaculizan y minan ese objetivo. Pero también dispone de potencial para superar esos sentimientos, priorizando otros con lo que puede llegar muy cerca y a los cuales hemos llamado valores. Este libro nos presenta algunos personajes que lo consiguieron y que pueden ayudarnos a recorrer ese complicado camino.