La reconciliación con uno mismo representa un despertar explosivo de toda nuestra fuerza interior.
La autorrealización libera energías muy potentes que se desparraman por todos los niveles del ser integrándolos y unificándolos.
Para lograrla debemos cultivar: el control de la mente y su aquietamiento; la neutralización de la dinámica negativa del subconsciente; la estabilización del sistema emocional; el cultivo de las emociones, sentimientos y estados de ánimo positivos; la alimentación correcta, el sueño profundo con un descenso en la actividad de las imágenes oníricas; la relajación profunda, la práctica de las técnicas psicofisiológicas del Yoga, especialmente la respiración consciente y autodirigida; el desapego, la serenidad interior y la desidentificación de los objetos sensoriales; el cultivo de hábitos positivos.