Fran observa con disgusto que ni siquiera las ejecuciones que se suponen que eran por su mano lo eran en verdad. No, Nelly no creía que fuese capaz de dar muerte a nadie así que los brazos ejecutores fueron los de los propios demonios a su servicio y al de su amadísimo amo.
La agonía fue extrema cuando supo de boca de aquella viejita que sus hijos no eran como él los había imaginados, bellos, cariñosos, inteligentísimos y con aquel sinfín de atributos de los que tanto se enorgullecía ,sino unas pobres criaturas deformes, deficientes y enfermas que llevaban una vida de pesar que le tanto le marcó .Además supo que en aquel incendio que provocó la mayor parte su ruina los niños murieron descuartizados por sus propias manos.
Para no ser captado bebió de una pequeña botella suministrada por Casagrande , una pócima que le hizo desconectar su alma de su envoltura de carnal y huir por fin de aquella agonía.
Allí, a la derecha del creador, nos pide comprensión y fortaleza para que cantemos sus alabanzas y propaguemos su palabra
En su entierro le acompañaron pocas personas pero de lo más variopinto, de un parecido poco habitual a las que quitó la vida y a las que presenciaron su azarosa vida.