Una colonia de picaflores de Cora, destacados por la belleza de sus largas colas, llegan a los valles de Vítor y Azapa. Las hembras de la zona de Arica estaban embobadas con la llegada de estos nuevos visitantes tan atractivos, por lo que sus novios ariqueños estaban muy preocupados, celosos y tristes. La aparición del loro Tricahue los ayuda en medio de este conflicto, y con sus sabios consejos logran devolver la paz a sus vidas y evitar la extinción de la especie.