Argumento de Cocinar con Frutas
De la Habana vino un barco cargado de... frutas jugosas, coloristas, sabrosas, aromáticas. Pero no sólo de La Habana, sino también de otros muchos rincones de la tierra. Se podrán enumerar todas las riquezas que encierran bajo su piel, pero la lista se haría interminable. A la variedad de propiedades, sabores o aromas, podemos añadir esa otra variedad que proporcionan a nuestras comidas. Durante años hemos cometido el error de reducir el consumo de fruta al postre o, como mucho, al desayuno, pero han tenido que invadirnos de nuevos otras culturas para convencernos de que el agridulce no constituye solamente un alimento exótico o un manjar privativo de ciertas mesas, como podría ser el pato a la naranja, sino también una agradable costumbre que viene a romper con la monotonía y la falta de imaginación de nuestra dieta.0