Este no es un libro de cocina convencional. Claro que si busca recetas realmente sencillas, aquí encontrará más de cien, todas comprobadas como aseguran algunos autores. Pero, sobre todo, todas ellas dentro del contexto en que fueron utilizadas, a veces en momentos de mucho estress. Cuando entró por vez primera en su propia cocina, Natalia sabía tocar siete instrumentos, dirigía pequeñas agrupaciones musicales, hacía esgrima, montaba a caballo y estudiaba ciencias exactas? Nada que le pudiera servir de ayuda para enfrentarse a los fogones. ¿La solución? No perder el buen humor.