El cine, los cómics y otras representaciones artísticas de Japón son las culpables de catalogar a los nipones como raros en relación al sexo. Es evidente que a ojos de occidente, una raza que disfruta con el visionado de mujeres atosigadas por tentáculos puede parecer a todas luces algo extraña y hasta desviada.
El aficionado americano y europeo no es indiferente al legado asiático, y muchos ya están al corriente de la existencia de leyes que obligan a los Estudios a censurar digitalmente los genitales en sus producciones pornográficas, o de la obsesión japonesa por perfilar a lolitas o colegialas como si fuesen femme fatales del sexo.
Pero pocos saben de las implicaciones que conforman el contexto social, político y cultural que están detrás de esta efervescencia alrededor del erotismo audiovisual. Por eso, Juan M. Corral, por primera vez en España, estudia en Cine erótico a la japonesa las biografías y filmografías de los principales valedores de un género que comienza en el ambiente underground de los sesenta con el Pinku Eiga y que tiene su máximo esplendor en los setenta con el Roman Porno de la Nikkatsu. También se acerca a la cultura de la Geisha, a las relaciones sexuales de los japoneses y a la problemática nipona de la prostitución infantil y el mundo de las J-Idols.
En esta obra podrás disfrutar de cientos de fotografías inéditas y leer sobre:
. Kôji Wakamatsu y los terroristas que dirigían películas politizadas a la par que preparaban secuestros y atentados en la época del Mayo del 68.
. El affaire judicial de El Imperio de los sentidos o por qué una escena con un huevo cocido dio tanto de que hablar.
. Cómo la Nikkatsu consiguió llenar los cines con películas de violaciones, profesoras ninfómanas o manoseos en los trenes.
. La metedura de pata de Charlie Sheen, cuando el americano creyó estar visionando con Guinea Pig una película Snuff.
. El resurgir del Pinku en nuestra época con el éxito de The Glamorous Life Of Sachiko Hanai, un filme donde la protagonista se masturba con el dedo de George W. Bush.