Son muchas las personas que acostumbran a escuchar música mientras leen. Es como si se pusiese una banda sonora a las imágenes que suscita la lectura. En este libro de mini relatos, se realiza el experimento de acompañar cada uno de ellos con un tema musical, especialmente elegido por el autor; lo que hace la función de maridaje sonoro, mientras se degusta el pequeño cuento. No existe una temática común a los relatos sino que el registro es muy amplio, abarcando desde los que quizá hagan aflorar alguna tímida lágrima de emoción, poniendo la carne de gallina, hasta los que remuevan las entrañas, dejando un regusto de amargura, preocupación o inquietud. Todos ellos darán que pensar y ninguno dejará al lector indiferente.